LA MAGIA DE UN E-MAIL

Mi mirada sonríe, mientras ve un nombre propio en la pantalla, que me indica que he recibido un mail, y transmite su sonrisa a mí corazón, que durante los segundos en que tarda en abrirse, se muestra impaciente ante ese regalo en forma de letras que durante un espacio indeterminado de tiempo me hace pensar, que al otro lado en algún lugar más cerca o más lejos, otra persona ha decidido compartir una parte de sí misma conmigo, y no puedo, ni quiero evitar, esa sensación agradable que recorre mi ser, al hacerme sentir de alguna manera un poco especial para ella.  Creo o por lo menos para mí, así es, que ningún mail nos deja indiferentes, puede mostrar un enlace, una foto, una agenda de viajes, el anuncio de un nuevo amanecer, o un trozo de vida, que hoy has deseado compartir conmigo y que me hace sentir un poco más pleno, un poco más feliz, aunque para cada persona la felicidad tendrá un precio o un valor, para mí la felicidad es la que me hace sentir la serenidad de mí ser, que me permite valorar cada uno de los detalles que recibo, y que me permite no perder mi capacidad de asombro, de no sentirme indiferente a detalles como ese. Por eso hoy te invito, me invito, a regalar un trocito de nosotros, y sin necesidad de decírnoslo, podemos abrir un bonito circulo, un circulo infinito, que marque la diferencia, de los que no sienten la indiferencia por los demás y saben valorar los pequeños detalles, porque sin duda eso nos ayudará a apreciar los grandes detalles de la vida, y es que creo que todo es cuestión de practica hasta la comunicación. No podría finalizar este post sin escribir una palabra…,  gracias…